El sol nos regaló su calidez, mientras la lluvia y el viento decidieron descansar, permitiéndonos disfrutar de un día realmente mágico. Como cada año, nuestra escuela se transformó en un vibrante espacio de encuentro: las familias llegaron con la alegría de compartir y jugar juntas. En esta ocasión, extendimos una invitación especial a los estudiantes de sexto año para conocer sus deseos e ideas para su último año en la primaria.
La energía desbordaba en cada rincón. Niños y niñas corrían con libertad, entregados a la emoción del juego. Saltar a la soga, esconderse, jugar a la mancha, al pato ñato y al baile de la escoba… cada actividad se convirtió en una celebración de la infancia. En el jardín, las familias crearon un espacio mágico: prepararon comida, tomaron té, dejaron volar su imaginación en charlas llenas de fantasía, exploraron circuitos llenos de sorpresas y descubrieron tesoros ocultos entre telas multicolores.
Días antes, con gran dedicación y esfuerzo, los niños y niñas elaboraron un regalo especial para sus familias, un gesto que conmovió a todos.
La primera vez que celebramos el Día de la Familia en Humanos, nos reunimos 24 familias. En esta ocasión, la familia se multiplicó, con más de 400 personas llenando cada espacio de risas y alegría. Cuarenta profesores se unieron a la celebración, jugando y bailando con entusiasmo. El fútbol y el «quemado», juegos que despiertan pasiones, no podían faltar. Incluso el yoga se hizo presente en esta fiesta de la unión. El parque y el bosque, escenarios naturales que invitan a la exploración, se llenaron de padres, madres y niños, creando una imagen inolvidable de la comunidad Humanos.
Para cerrar este día memorable, disfrutamos de un emocionante juego final y bailamos al ritmo de la alegría. ¡Nos movimos y divertimos sin parar! Esta experiencia nos recordó que la unión hace la fuerza: muchas personas realizando pequeñas acciones pueden lograr algo realmente grande.
Más allá de los juegos, este día fue una oportunidad para vivir el presente con intensidad. Dimos y recibimos amor, una energía tan simple como poderosa que nos conecta como seres humanos.
Agradecemos a cada miembro de esta hermosa familia por su presencia, por su entrega y por la amorosidad que compartieron en este día tan especial. Gracias por ser parte de Humanos.
